En un día como hoy, tan capicúa como desordenado, en el que el 11 se me antoja la suma de 1+1 y los ceros -según se mire- se me han ido de vacaciones, me desperté cuerda resonando Nada Brahma. En el principio fue el sonido o eso dicen… esa vibración, ese temblor que lo transforma todo y crea dibujos asombrosos desde la nada, hermosas y ordenadas formas en el impredecible y preciso, precioso caos.
Desde que me encontré con la cimática tiendo a descreer en el Big Bang… demasiado espectacular. Y si la naturaleza tiende hacia la belleza y la armonía, pudiera ser que nuestro principio creativo más elemental tenga algo que ver con ello…
(Por el bien de tus oídos y tu salud mental, baja un poco el volumen para ver el siguiente video, y ni se te ocurra escucharlo con auriculares)
Si es la primera vez que ves las figuras de Chladni, supongo te habrás quedado con los ojos como platos y te estarás haciendo tantas preguntas como me hice yo entonces.
Decía Hans Jenny: Cuanto más estudiamos estas cosas, más nos damos cuenta de que el sonido es el principio creativo. Hay que considerarlo primordial. Ni una sola categoría de fenómenos puede afirmarse como principio aborigen. No podemos decir: en el principio fue el número, o en el principio fue la simetría, etc. Estas propiedades categóricas están implícitas tanto en el sujeto como en el objeto de la creación y cuando las usamos para describir nos acercamos al corazón de la materia, pero no son el poder creativo en sí mismas. Este poder es inherente al tono, al sonido.
No hay más que cantar para sentir con claridad que la vibración fue antes que el metro.Se descubre, de la forma más natural y sencilla, la poderosa y mágica cualidad del sonido, capaz de curar enfermedades, emocionar, transformar las ondas cerebrales o crear figuras simétricas con un puñadito de azúcar...
o de estrellas...
o de células...
o de átomos...
::::: sonido/vibración :::::
un invisible escultor de la materia...
un etéreo y a veces inaudible artista del universo...
un chamán tan accesible como desconocido...
(me susurra una voz en lo hondo)
La materia puede que no exista pero resulta difícil negar su belleza...
Hay quien dice que las matemáticas son el lenguaje de la naturaleza. Siento más verdad si digo que la vida es vibración (seamos capaces de oirla o no), que los fractales son el feedback y que la naturaleza no sabe ni necesita matemáticas. Somos nosotros los que necesitamos catalogar los ciclos e intentar organizar y predecir lo innombrable para ordenar el caos que no entendemos.
Nada Brahma... la vida pudo haber nacido del temblor de una cuerda… me fascina imaginarlo así.
Ommmmmmmmmmmmmmmmmmmm
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